AMOR AL DESTINO
- Administrador
- 21 ago 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 ago 2018

Lou Andreas Salome pertenecía al entorno más fiel de Friedrich Nietzsche, una de las personas que sabía leer correctamente a Nietzsche.
¿De qué estrellas hemos caído para encontrarnos aquí? Las primeras palabras que Nietzsche le dijo a Lou. Una frase digna para recodar. Aquí comienza la historia que tanto dolor le causó a Nietzsche, una historia que poco a poco se iría complicando. Dos hombres, dos amigos enamorado de la misma mujer. Nietzsche rechazado por Lou y traicionado por su amigo. Para Nietzsche la vida estaba cargada de tonalidades que el desconocía, todas sus ilusiones, sus sueños se habían truncado, pero sobrevivió al dolor y con él construyó el nuevo mundo de Zaratustra.
¿Cuánto de Lou hay en Zaratustra?
Así habló Zaratustra se escribió en este ambiente, entre el profundo sufrimiento que desgarraba su corazón. Nietzsche encontró la piedra filosofal, sublimar su dolor y transformarlo en oro. Acceder al superhombre y aceptar el eterno retorno. El dolor se diviniza sin necesidad de implorar a los desaparecidos dioses, elevarlo a un nuevo horizonte. Quizás podamos encontrarlo en la expresión del pastor cuando mordió la cabeza de la serpiente a punto de ser ahogado, en el amor fati , en el lamento de Ariadna o en las estrellas de un breve poema que pudo escribir recordando el primer encuentro con Lou…
Fragmentos de estrellas:
de estos fragmentos construí un mundo.
En el pasaje de ecce homo, aparece el último fragmento de aquel poema que le regaló Lou cuando pasaron un tiempo juntos en Tautenburg.
El poema que le regaló se titulaba “Himno a la Vida” , después Nietzsche le puso música e introdujo una variación al título “Himno al dolor” y también realizó algunas variaciones al poema.
HIMNO AL DOLOR
Te amo, vida enigmática, como se ama a un amigo
Que me des alegría o dolor, que me des dicha o sufrimiento
Te amo con toda tu crueldad, Y si tienes que aplastarme
De tus brazos me apartaré. Como uno se aparta de un amigo.
¡Te abrazo con todas mis fuerzas! Que me devoren tus llamas
En el fragor del combate, permite que sondee más allá tu misterio
¡Ser, pensar durante milenios! Abrázame en tus brazos
Si no puedes ofrecerme más dicha. Pues, dame tus sufrimientos
HIMNO A LA VIDA (otra versión)
Te amo, vida enigmática,
Como se ama a un amigo,
Ya me des alegría o dolor,
Ya me des dicha o sufrimiento.
Te amo con toda tu crueldad,
Y si tuvieras que destrozarme,
De tus brazos me desprendería
Como del pecho de un amigo.
¡Con todas mis fuerzas te abrazo!
Que tus llamas me devoren,
Y en las brasas de la lucha
Sondee aún tu misterio.
¡Ser, pensar por milenios!
Cobíjame en tus brazos,
Y si no puedes darme la dicha,
Concédeme el sufrimiento.
No sabemos hasta que punto se libró del dolor , pero lo que si es cierto es que construyó un nuevo mundo que a día de hoy no ha dejado de dar que hablar.
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