EXPERIENCIAS ONÍRICAS
- Administrador
- 22 ago 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 dic 2018

Todos hemos tenido sueños en algún momento de nuestras vidas, en los que algunos se han cumplido, otros han sido abandonados y otros son simplemente deseos que se quedan deambulando por la esfera mental, quizás porque no hemos tenido el estímulo suficiente para bajarlo al mundo terrenal o porque pueden existir diversos factores emocionales o materiales que imposibiliten su conversión a la vida real. A la vez que es un error mantener ciertos deseos divagando durante un largo período de tiempo, también es un error permanecer en el estado onírico de ensoñación, pues la persona que pasa gran parte del tiempo inmersa en sus fantasías, desconecta de la realidad, se aleja del aquí y ahora, del momento presente. Es mejor ser soñadores lúcidos, ser conscientes de que estás soñando mientras sueñas. No soñamos para seguir durmiendo sino para despertar.
Existen diversos estudios que demuestran los beneficios del acto de soñar despierto o de divagar por la mente. Los investigadores descubrieron que este acto nos permite aumentar la creatividad, solucionar problemas, acceder a recuerdos, emociones e informaciones aleatorias de conocimientos almacenados, tener nuevas perspectivas e ideas innovadoras, unir pensamientos inconexos para llegar a una idea original incluso puede desvelar nuevas aspiraciones u objetivos. Un nuevo hallazgo por investigadores de la Universidad de Cambridge publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, descubrieron que la misma región cerebral asociada con soñar despierto “Red de Modo Predeterminado” o DMN es la que nos permite realizar tareas en "piloto automático", por lo que concluyen que la ensoñación consciente es crucial en la realización de tareas automáticas o rutinarias.
Los sueños, sueños son, a través de ellos hemos podido disfrutar de grandes obras, historias, inventos, ideas etc. No obstante, hay que saber que para obtener los beneficios de “soñar despierto” dependerán tanto del contenido de la ensoñación como del contexto en el que se produzca y del período de tiempo en el que te encuentres sumergido.
¡Atrévete a soñar! transfórmalo en objetivos alcanzables, pásalo por el filtro de la razón, divídelo en pequeñas metas y sobre todo ponle fecha de caducidad para evitar caer en la frustración y perderte por el mundo onírico. Elige abandonar los sueños que se convirtieron en utopía. No pases el tiempo inmerso en fantasías pues te resta vida genuina y de disfrutar una vida plena. No caigas en el error de creer que perseguir sueños es lo único que nos hará felices pues la felicidad está también en las pequeñas cosas. Si alguna vez luchaste por tus sueños y no lo alcanzaste, no te arrepientas, arrepiéntete solo de aquello que no intentas. Protégete de los vendedores de sueños. Renuncia para dar paso a nuevas oportunidades, nuevos caminos, nuevas ilusiones. Crear realidades.
"Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: el despertar"
Antonio Machado
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